Es más que una libreta de familia
a la que se le irán sumando los hijos concebidos. Es una convicción, un ánimo
de permanecer. Una apuesta de vida a largo plazo. En la que ella le irá a
alcanzar las pantuflas a él cuando su cabello se haya puesto gris por el innegable paso del tiempo,
sólo para consentirlo. Y le podrá leer con voz suave y pausada cuando la vista
sea escasa y forzada. Y en la misma visión ella tendrá incontables noches de
abrazos para dormir. De esos que sacan el miedo y arropan. De constelaciones
enteras vistas sin siquiera abrir los ojos. De conversaciones que aclararon el
espíritu, sustituyendo inquietudes espinosas por serenidad y luz.
Un hogar. El lugar preciso
donde aclarar confusiones para poder enfrentar el mundo con alegría y
fortaleza. Un refugio de paz para sanearse. Para incrementar el fuego y luz
internas. Curar los dolores, porque siempre queda alguno.
Tiempo para disfrutar de la propia libertad y potenciarla
al compartirla con quien se elige. Un bien que hace bien, que mejora.
Sorprende. Saca de las rutinas. De las aburridas y monótonas seguridades de la
ropa que uso o el auto que conduzco. O la linda casa en la que vivo. Esas
tranquilidades redundantes, pero que quitan riqueza vital. Da otras seguridades
del alma, inamovibles. Aunque se viva en un rancho. Hace pensar y crecer todos
los días. Aunque suene fatigoso, porque es fácil vivir sin pensar, como
autómata, sin decidir. Pero en realidad, que el amor cuestione y haga pensar es
como un bálsamo. Aparecen las respuestas inesperadas a las preguntas que ni
siquiera se animaron a asomar. Alivia.
Dos individualidades que acuerdan vivir juntas
en libertad, sin sentido de posesión. Entonces no existe el miedo a perder. Si
no tengo, no pierdo. Forman además un espacio en común. El amor es un acto de
devoción a otra persona: es un abandono total. Es darse y dejarse ir. Sin
especulaciones ni controles. Cuando uno ama, es sencillo. No se puede olvidar
durante el día a esa persona. Y las sensaciones del mutuo amor son la extensión
de una gran pasión, haciéndolas de una extremada realización y expresión.
El diccionario de la Real
Academia sin embargo no dice nada de esto. Apenas “unión de hombre y mujer concertada
mediante determinados ritos o formalidades legales”.
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