miércoles, 26 de octubre de 2016

Cuentos de hadas



1/

Nos permiten vislumbrar quienes somos y quienes podemos llegar a ser. Acompañamos a la (o el) protagonista en un viaje épico en el que se enfrenta a monstruos invisibles. Cada uno de nosotros le dará la forma o el nombre que quiera. Nos sumergimos hasta los confines más oscuros del inframundo y nadamos entre los miedos. Hay que llegar hasta el fondo, sentir la soledad y el más desesperado abandono. Codearse con ellos y mirarlos a la cara. Hasta que los atravesamos. Los vamos corriendo, desestimando. Les vamos sacando poder. Hasta que se desvanecen. Durante el transcurso de este viaje, nuestro personaje valeroso adquiere más recursos. Se convierte en un ser más inteligente, más sensible, más perspicaz. Más consciente del mundo que lo rodea. Hasta que trasciende las adversidades. Se entrena en el arte de ver e intuir. Agudiza la percepción y puede darse cuenta con coraje y con fé de lo que realmente está ocurriendo. Entonces puede cambiar o provocar cambios para hacerse dueño de su destino. Para que esta aventura quede bien escrita y tenga un muy buen final. Esto tienen todos los cuentos de hadas. Curiosidad y búsqueda sobre lo real y verdadero. Experimentar la maravilla de un estado receptivo. “Maravillarse” con el placer de lo fantástico. Con la aventura y los riesgos de la vida.

2/

Mi personaje quiere ser la protagonista absoluta de su propio cuento. No conformarse con  un tibio papel del montón. Con todos los riesgos y esfuerzos casi sobre humanos que pueda implicar. Agudizar la percepción significa también saber cuándo se está en el nudo de la historia. No importa cuántos capítulos queden, pero tiene que ser un buen guión.  Es necesario así, casi como una obligación moral. Mi heroína se avergonzaría si lo hiciera de otra manera. Cuando se vayan acercando  los últimos capítulos  necesita sentirse orgullosa de sí misma. Que la aventura haya valido la pena. Todos y cada uno de los días ganados o perdidos. Pero con la tranquilidad de que hubo verdad y ardor en ellos.

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