martes, 26 de abril de 2016

La tilinga (II)



El bebé tiene dos meses y ella se está deprimiendo . Dice que su tiempo ya no es su tiempo. No puede ir a la depiladora ni a hacerse las manos todas las semanas. Así que ahora al bebé lo va a cuidar la abuela a la mañana y el resto del día, el jardincito maternal . Así ella  puede dormir la siesta e ir de compras. Le encanta comprar. Sobre todo ropa y tecnología. Organizar vacaciones y cenas con amigos. Antes me daba  pena mi contador . Mauro es un buen hombre, le va bien en la consultora. Es inteligente y hasta más o menos buen mozo. Siempre creí que estaba enamorado de ella. Pero se ve que los años me hacen más empática con algunas cosas , menos tolerante con otras y más realista sobre todo. No hay amor ahí. Hoy lo pude ver y me impresionó mucho. Ella quería casarse con el contador, tener tres hijos y vivir en un barrio cerrado. Tener una chica con cama y no hacer nada. Ahora ya puede descansar. El quería un apellido, un lugar en la sociedad. Una esposa y también  tres hijos y una casa en un barrio cerrado. Pasarla más o menos bien. Tampoco le importa mucho ni se plantea ser un buen esposo o algo parecido a la monogamia.  No deja títere con cabeza en el estudio. La mayoría de las nuevas socias o clientas o secretarias han pasado por su escritorio. La tilinga lo sabe y tampoco le importa. A fin de cuentas ¿ con quien duerme a la noche y con quien pasa Navidad? Ella  a veces se entretiene con el paseador de perros y la he visto ponerse brillito en los labios antes de ver al pediatra. Antes Mauro me daba pena. Le veía otras posibilidades. Parecía tener otros intereses y otra riqueza interior. .

No hay comentarios.:

Publicar un comentario