Se mueve sin avisar, como en elipses.
No se ve, pero se percibe porque traspasa el último de los siete cuerpos que
tenemos todos. A la hora tres de Venus, cuando la luna y el sol coinciden bajo
el signo de Capricornio, él la besa en la boca decidido. O ella a él. Nunca se
sabe bien. En fin, se besan y todos los por qué encuentran sus razones. Siguen
su curso normal . Es preciso y benéfico no actuar contra la naturaleza.
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