Preparar el cuerpo y el alma para
el sueño más deseado. Anidar imágenes, amor, ilusiones. Pensar y desear con lo
más verdadero que pueda haber en una, con la más pura esencia, la vida que
desea ser vivida. Soñar y verse en esos sueños. Imaginar la gracia divina que
todo lo impregna y todo lo sabe. Esta vez la luna acompaña e incontables estrellas titilan
como si rieran. Como guiños del firmamento en una noche gélida de junio. Proyectar. Crear esa realidad. Los proyectos
vivifican a las personas, a las parejas. Si además ese proyecto es de amor, las
luces se encienden nuevamente. Sin recuerdos. Sin temores.
Y así vivir.....
ResponderBorrar