martes, 26 de julio de 2016

Aceptación



Hace algunos años conocí a un médico acupunturista japonés que se dedicaba a tratar el stress en todas sus variantes. Decía que la falta de aceptación es la causa de toda enfermedad. Física, mental o emocional. Lo recuerdo bien porque me llamó la atención el concepto. 

Puede ser que tenga razón. Suele suceder que el “tratar de…” hace que uno esté en permanente conflicto con uno mismo. Querer deshacerse de situaciones o emociones no deseadas, pero no poder. Tratar de forzar otras que hasta cierto punto funcionan, pero no tanto como sería de esperarse. El buscar no sentir o no pensar en algo es  inútil. Definitivamente. Hasta puede ser  peor y convertirse en un tormento. Incluso habiendo sido algo bello. El japonés tenía razón. Cuando uno llega a declararse completamente vulnerable frente a eso que resiste  y hasta como si fuera una debilidad, es que se puede estar en paz. Andar liviana por la vida. Ya no hay lucha interna porque no hay conflicto. No hay más tormento. Hay aceptación . En cierta forma pasa a ser inobjetable. Ineludible. Es. Como si fuera el talón de Aquiles. Algo así se siente. Y un poco de paz, de ternura o de belleza se puede ver en eso. Hay tantas “cosas” de todo tipo rápidas, efímeras, superficiales, inconsistentes… ¿Cómo no conmoverse cuando algo está tan arraigado y no se deja ir? Definitivamente el ponja acupunturista tenía razón. Se acepta. Se lo deja ser como quiera o pueda. Liberado a su suerte o su destino. Se transforma su lugar ganado. ¿Para qué? No tengo la más remota idea. Tal vez quede como un bonito recuerdo y se termine diluyendo en el tiempo. O no. ¿Cómo saberlo? Por lo menos ya no existe ese estado de alarma y de incomodidad constante. Ya no molesta. A fin de cuentas, por más que uno se empeñe en lo contrario, termina brillando como con luz propia. No puede ser algo tan malo entonces.

7 comentarios:

  1. La sigo leyendo, Flora. Le mandé mail. Saludos.

    ResponderBorrar
  2. Hola Jorge. Es muy amable de su parte. ¿A qué correo lo envió y cuándo? No creo haber recibido nada suyo...
    Saludos.

    ResponderBorrar
  3. Hola, Flora. Lo envié al que figura en su perfil. Saludos.

    ResponderBorrar
  4. Le pido mil disculpas. Es probable que haya entrado como spam y se haya borrado. ¿Sería tan amable de reenviarlo? floryjuanpedro@hotmail.com floryjuanpedro@gmail.com entrehadasyondinas@gmail.com

    Esos son los que mas uso. Gracias. Saludos

    ResponderBorrar
  5. Ahí le escribí al de Hotmail. Saludos, Flora.

    ResponderBorrar
  6. Hola Jorge. Nunca recibí nada suyo en ninguno de los correos. Si tiene algún adjunto con originales para que yo lea fíjese bien porque no estarían llegando... Saludos!

    ResponderBorrar
  7. Hola, Flora. Ahí se lo reenvié a los otros correos. Saludos.

    ResponderBorrar