Es fácil.
Para Darwin sería selección
natural. Fluyendo con el fuego sagrado. Si está destinado a ser
sobrevive cualquier situación extraordinaria con naturalidad. ¿No es sencillo y
lógico? Si uno se aquieta y escucha. Sin
obstinaciones ni negaciones. De otra forma no sirve . Para uno ni para los
demás. Siempre hay algo o alguien que se ve afectado con nuestro proceder o
nuestro sentir. La selección natural tranquiliza. Despreocupa. Puede ser que
trunque intentos. A veces un comienzo es todo lo que queda. No tiene
fuerza propia para continuar y se apaga. Entonces todo sigue su curso. Hay telas
nuevas para cortar y coser. Sonrisas agradables por descubrir. Acordes nunca
tocados. Y nuevas formas de afinación. Infinitas posibilidades. No querer
encontrarlas de a una y a su tiempo, es conformarse con un poco menos de vida
cada día. ¿Por qué alguien querría hacer eso?
Suena bien que haya preguntas. Darwin
preguntaba mucho. Cuestionaba todo.
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