martes, 29 de marzo de 2016

Cartas. Hoy



1. Las cartas de vida son regalos. No se piden ni se esperan. Se leen con los ojos entrecerrados para ver mejor. Reposan debajo de la almohada. Guían. Alumbran. Clarifican. No sólo para un momento, sino para varios. 

2. Las cartas comunes sí se esperan, aunque tampoco se piden. Se esperan aunque no lleguen. Y se mueran con la ausencia. Nacidas de la costumbre, un día pasaron de moda. Ya no son esperadas ni buscadas. No son. No van a llegar porque nunca fueron escritas. Las palabritas sueltas que quedaban se dispersan y se esfuman en el vacío. 

3. El día entero fue como un asunto que no terminó de arrancar. Ni verano ni otoño. Anita Klein se fue a dormir con su camisón bordado y bajo la almohada, las cartas de Pedro que no combinan.  Su prosa es  descuajeringada, destripada, deslucida. Sin mucho arte. Algo cautiva en la combinación que no combina. ¿Será que es más real?

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